domingo, octubre 7

Salvando la Moral

Hoy hay una nota en La Nación acerca de los orígenes de la moral, pregunta que Nietzsche se hizo hace siglo y medio. Para regocijo de esa lucha eterna entre la religión y la filosofía, si al menos ni Dios ni la razón pueden explicarla, por lo menos el fenómeno queda salvado por la biología.

Pareciera ser que hay dos morales, una intuitiva y otra razonada, en donde la primera, cual elefante, se modifica lentamente por medio de un jinete. Hay que decir que este jinete no debería ser muy experto, sin duda debe ser más difícil montar sobre el lomo de un tigre tratando de devorarnos que sobre un elefante.

Por qué el elefante y no el tigre de la India es una muy buena pregunta. Descubrir, al lado de la Biblia, las Leyes del Manú no es suficiente para problematizar la moral como un mastodonte inerte.

Hay una opinión que es antológica, la religión es el fundamento de lo gregario, coronado por el éxito o supervivencia de esta conducta. De aquí a establecer la política entre quienes resaltan la obligación del individuo por ser intempestivo frente a quienes veneran la autoridad de las leyes hay un solo paso.

Pero es un poco aventurado plantear el cambio por el cambio o la conservación por la conservación si no tomamos en cuenta los fines que persigue cada uno.

lunes, octubre 1

La impotencia del Discurso

No hay dudas, el tema actual es la mentira del gobierno acerca de la inflación y cómo piensa resolverla. El Domingo le han pegado por igual desde desde izquierda y derecha, acá también. Uno se pone un poco reiterativo con el tema, ¿pero acaso hay alternativa? Entiendo que no. Lo que ha hecho el gobierno no tiene nombre, ni siquiera es justificable tal cinismo como estrategia política, lo que le están criticando muchos de los que se encuentran apoyando el gobierno y no pueden entender tamaño desaguisado.

Lo más curioso de toda esta situación es que en esta dialéctica entre oficialismo y oposición, incluyendo en ésta cualquier expresión de la sociedad civil en contra del gobierno, como el periodismo, todavía no hay claramente un ganador. Por un lado, la mentira abierta del gobierno debería haber afectado su resultado electoral, algo que todos parecen estar de acuerdo que no hizo. Sin esta justicia, la oposición se queda en la denuncia sin poder afectar la realidad.
Por otro lado, el gobierno dio señales de un cambio a través de toda la ronda en Estados Unidos marcando un vuelco a la derecha que muchos de lo que lo apoyan no están dispuestos a aceptar. Para estos, la reunión en la Fed, el intento de pagar al Club de Paris, la seducción del capitalismo extranjero es sinónimo de ajuste y enfriamiento de la economía.

Entre todo, el gobierno guarda bajo siete sellos cuál será su próxima estrategia. Lo máximo que han dicho es que Moreno, él mismo, se autoexcluyo con el objetivo de aligerar el problema y el famoso acuerdo social que poco y nada explicita. Parece ser, por otro lado, que a pesar de la insistencia de los medios, no habrá cambios de relevancia en el gabinete, es decir, con todo el respeto que puede tener Peirano, seguiremos sin ministro de economía y con De Vido en infraestructura, imagino, al menos, hasta que resuelva el tema energético, así no quemaría a un nuevo ministro en ese rol.

Entre todo esto nadie discute realmente las causas de la inflación y cuáles podrían ser las políticas para domarla.

Qué es el liberalismo

El domingo en la contratapa del suplemento Enfoques de La Nación apareció una entrevista a Pierre Rosanvallon.
Si hay un libro que ayuda a desentrañar el concepto liberal es el capitalismo utópico que desarrolló este autor en 1979. Foucault lo toma en alguna conferencia con ironía diciendo que la particularidad del liberalismo es haber logrado llevar a cabo sus utopías mientras que las del socialismo terminaron en un rotundo fracaso. Por otro lado lo menciona en el resumen del curso dedicado al nacimiento de la biopolíticao qué es el neoliberalismo.
Intelectual venido de la izquierda, bien podría pasar por conservador en estos lares.