Me es terriblemente difícil entender cómo fue posible que se tomará por cierto los mitos de Platón. Esto debo agradecerlo a los grandes maestros que me abrieron la puerta para leer a Platón con extremo cuidado. Con su discurso largo me ha pasado como a él con el de Lisias, le he prestado atención a la retórica del mito y en lo más mínimo al contenido. Seguramente me esté perdiendo de algo pero creer que Platón podría estar escribiendo la astrología de los diarios del domingo dependiendo de cuál dios ha sido la guía me es demasiado. Este algo muy probablemente es el entusiasmo de Sócrates, en el sentido literal.
Dos elementos, Platón nos dice de entrada que el tema del dialogo es la retórica y que la interpretación del mito es irrelevante en cuanto al conócete a ti mismo, por lo demás los mitos hay que considerarlos como lo que son, mitos. Ni más ni menos, pues su interpretación no nos llevan a la felicidad, nos quitan tiempo y nos envuelven en discusiones interminables para ver si se puede lograr la cuadratura del circulo.
En todo caso, de la discusión de la retórica, el tema que más importantes es la aparente superioridad del discurso sobre la palabra escrita. No está de más decir que la rememoración de la que habla Sócrates no es distinta de la reminiscencia en el sentido que ambas son traer a la memoria algo, sea una imagen o un logos. Más interesante es saber si la elección de uno y otro se limitan a lo justo y lo injusto o lo trascienden. Si no lo trasciende, es que directamente de filosofía no se puede escribir absolutamente nada y menuda tarea nos queda para saber quién es el filosofo.
Puede la filosofía correr el riesgo de ser olvidada, puede atreverse a dejarse volver a descubrir, cual mito de Sísifo una y otra vez o será que en algún momento los filósofos decidan, o hayan decidido que la verdad de la filosofía debe ser narrada. Si es así habrán clausurado una tradición que nos cuenta Sócrates, que la manera para no preocuparse de las opiniones humanas no es ser un erudito sino volver a encontrar la verdad por uno mismo.
La frase que más rescato del Fedro es la siguiente:
“Pero también cuando se intenta una empresa hermosa es hermoso sufrir todo lo que se tenga que sufrir.”
Dicho luego de haber reconocido que para él, es evidente que todo ha sido en realidad un juego que hemos jugado. Si la empresa puede muy bien llevarnos al sufrimiento, no quiere decir que no nos podamos divertir también en el camino. ¡Me parece que el verdadero juego es tratar de dar una exposición sistemática de la dialéctica utilizando a Fedro, a los sofistas, a Trasimaco y a la retórica como ejemplo!!!
viernes, enero 11
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