A falta de mejor información sobre lo que será el próximo gobierno de CFK considerando el cansancio y la ansiedad que se remonta, al menos en los diarios, para que se vaya NK, debemos remitirnos a sus discursos si es que existe una mínima posibilidad de vislumbrar cuál será su proyecto. Y esta inquietud me viene por una razón fundamentalmente: plantear un acuerdo nacional debe ser porque la coalición política puede resultar tan débil que será muy difícil gobernar sin dirimir entre los clásicos espacios de poder.
Tomemos entonces cuatro de sus últimos discursos. Primero las marcas exteriores. El discurso más largo, al menos si se incluyen las respuestas a las preguntas es el de IDEA, y es donde primero presenta ante una corporación su proyecto. Puede decirse que en su lanzamiento en La Plata estaba toda la CGT, también había ido a IDEA, pero fue en este último donde se hizo presente y no en Azopardo. Segundo su tono académico rayando en lo intrascendente. Son clases de historia más que otra cosa. Hay que romperse el coco para dilucidar a quienes están destinados estos discursos. No es claramente el pueblo, no son los partidos pues en ninguno de ellos se presentan reformas a futuro, no hay idea fuerza de lo que sería el cambio dentro de la continuidad. Menos podemos pensar que es la intelectualidad.
En todo caso serían las tres construcciones los ejes del futuro gobierno. Esto es así porque son los ejes de materias pendientes. Vamos por parte. El eje de la reconstrucción política e institucional está marcado por los fracasos de la nueva política (transversalidad – coalición ) y una alta incertidumbre a futuro sobre el grado de obediencia de las actuales listas. Sin duda alguna CFK necesita gobernar pensando en 8 años si no quiere que en el 2009 se le de vuelta la torta. Teniendo en cuenta que puede ser el eje más lento del cambio, la mejor estrategia es tener a los amigos cerca y a los enemigos más cerca, que refleja muy bien lo que ha venido haciendo NK hasta ahora.
El segundo eje económico es completamente difuso. Puede ser un giro al neoliberalismo estilo alemán de economía social de mercado u ordoliberalismo tanto como una profundización del desmanejo actual que tiene este gobierno. Además teniendo en cuenta que los pilares actuales no alcanzan con una inflación anual que ronda el 16% y en ascenso. Igual no tiene una mala base pero difícilmente puede volver a aplicarse el piloto automático. Entonces qué hará este gobierno. Como siempre en Argentina, hoy lo que más se discute es quien será ministro de economía. No veo con malos ojos desdoblar economía en hacienda y producción e ir a una mejor coordinación entre ministerios sobre la base de la jefatura de gabinete. Seguramente es lo que le propone Alberto F. Este esquema permitiría poner un fiscalista en hacienda, un productivista en producción, alguien del riñón en infraestructura y continuar con Redrado en BCRA, cada uno con responsabilidad sobre cada pilar del modelo. La gran incógnita es en realidad quién va a trabajo, creo yo el ministerio con mayor importancia en los próximos dos años. Redrado debería realizar un cambio absoluto en la política monetaria y cambiaria que difícilmente sea posible, pero ya nos explayaremos sobre el tema en otra ocasión.
El tercer eje, el que llamó cultural es que el gobierno retome la agenda política perdida a manos de la oposición y no estoy hablando de la oposición política. Este gobierno no ha sabido vender ni siquiera sus mejores logros, no hay encolumnamiento atrás de este, inclusive si se lee bien al página 12 entre líneas, y tampoco tanto, hay una critica feroz a todas las medidas del gobierno alejando a la opinión pública de cualquier medida que haga este gobierno.
En fin, habrá que ver si CFK se da sus 100 días de gobierno. Su gobierno se sostiene o cae de acuerdo a los cambios que introduzca en este plazo. No tienen que ser muchos sino certeros y remover la sensación de inmovilismo que ha caído el gobierno actual.
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