Si hay en un texto donde podría deducirse cuáles son las alternativas de la filosofía es cuando Strauss hablando de Nietzsche plantea dos caminos: insistir en el carácter estrictamente esotérico del análisis teórico de la vida – esto es, restaurar las noción platónica de la noble ilusión- o sino, podía negar la posibilidad de la teoría propiamente y concebir el pensamiento como esencialmente sirviente o dependiente de la vida o el destino. Si no fue Nietzsche, en cualquier caso, sus sucesores adoptaron la segunda alternativa.
Habría que ver a quién se refiere como continuador de Nietzsche , en la nota hace referencia a que Nietzsche asumió la premisa fundamental de la escuela histórica, lo que es a todas luces una ironía, por lo que muy difícilmente pueda ser de Heidegger de quien habla.
Todo esto viene a cuento porque recientemente conseguí un libro de un autor que hace mucho quería leer, Claude Lefort. El libro tiene un artículo denominado tres notas sobre Leo Strauss. No viene al caso comentar el tema tratado, entre el arte de escribir y la posibilidad de fundar una república que tenga a la virtud como objetivo a partir de la democracia liberal moderna.
Lo que me parece importante es lo que sentí promediando el texto, que sin conocimiento de causa, Lefort interpretando a Strauss no se daba cuenta que la consecuencia natural del planteo es la carta VII de Platón y la posibilidad de crear, fundar, convertir, sea la palabra que sea, un nuevo ser humano. Es sin duda una conclusión que se presta a dudas. Sería muy difícil aceptar que después de todo el esfuerzo que hace Platón para esconder la propia filosofía, el fin último de esta sea lograr aquello que es imposible por medio de la política. Sería, en todo caso, disminuir el horizonte de la filosofía.
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