Mucho se habla de las retenciones, a favor por acá, en contra por acá y acá, más neutro acá, creo que nadie duda de la eficacia económica de las mismas, reducir el precio interno de los productos e incrementar la recaudación del estado, pero menos dedicación se le hace al problema político. Nada nuevo digo si se han hecho revoluciones con el objetivo de derogar privilegios impositivos, más extraño es encontrar un análisis político de lo que significa el financiamiento del estado.
Desde Marx al menos, nadie osa discutir abiertamente que el Estado puede llegar a ser el más eficiente instrumento de poder, y que dicha capacidad reside en el monopolio de la fuerza. La ironía es, sin embargo, que para poder funcionar requiere del cobro de impuestos y nosotros muy bien sabemos, o deberíamos haber aprendido, que un estado que recurre a la inflación o al endeudamiento al poco tiempo pierde toda eficacia. Es nuestro constante temor a la anarquía y a la falta de gobernabilidad.
Una lección se desprende de esto. No importa si se compensa el efecto de las mismas, el campo no dejará de estar insatisfecho con la discriminación política que se les hace, por lo que el gobierno no gana nada negociando con el sector, a no ser que se circunscriba a un problema técnico de abastecimiento. Ciertamente le sería más fácil concentrarse en el petróleo y la minería, donde no hay pequeños chacareros para hacer un tractorazo, pero no están disponibles siempre las soluciones que uno quiere.
5 comentarios:
Creo que el gobierno piensa lo mismo que usted, Aristo.
Recuerde que la primera declaración del Lousteau fue "las retenciones llegaron para quedarse".
Saludos
puede ser, explica mucho las medidas extremas que se toma con el sector, pero hay que ver qué consecuencias tiene, en otras palabras, por qué lado se les va a escapar la pelea.
Totalmente de acuerdo. El tema es político, y consiste en extraer todo lo posible al sector políticamente más debil.
La solución para el agro tampoco es negociar, sinó unirse, hacerse más fuerte, y tratar de maximizar las desventajas del actual modelo.
No nos pusimos en la vereda de enfrente, nos pusieron allí.
Mariano, igual fijate que toda el discurso que opone "el campo" es económico, poco y nada de la discriminación política.
Pregunta al margen, tal como afirmas en tu blog, no es posible con coberturas replicar el precio internacional?hoy endeudarse en calls no debe ser tan caro.
Con coberturas en Chicago lo único que se puede hacer es captar el valor íntegro (sin retenciones) de una suba, pero con el valor base no hay nada que hacer, salvo contrabandear.
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