miércoles, septiembre 20

Con 14 Hay Equipo!!!!

Increíble, uno pensaba que esto formaba parte del pasado, aunque pensándolo bien, y con 19 golpes de estado desde la segunda guerra mundial, no se caracterizan por rendirle respeto a la democracia. Todavía no encontré en la prensa cuál fue la excusa para llevar adelante el golpe, pero parece ser que fue organizado con 14 tanques nada más!!!!!!!!!
Bueno, si no fuera porque el rey de Tailandia esta de acuerdo. Lo extraño, el golpe bajo, la ida del primer ministro a NY por la reunión de la ONU, muy mariconazo. Y Cero resistencia!!!!!. Che ne se io. Cuál hubiese sido la reacción en Argentina si los militares querían tomar el poder luego de la caída de la Rua. Espero otra hubiese sido la historia.

3 comentarios:

Ulschmidt dijo...

Esto viene a demostrar que los golpes de Estado son un acto simbólico, mas que nada, avalados por una silenciosa audiencia que los acepta o cuando menos no sale en la defensa del esquema precedente. No son, exactamente, una imposición por la fuerza sino un giro que se admite en el juego del poder (en ese momento, en ese lugar - aquí felizmente ya no son posibles, en Thailandia parece que si)

aro dijo...

Increíble. No caía de mi asombro. No porque no conociera la historia del sudeste asiático y la cantidad de golpes de estado o los gobiernos militares mucho más longevos que los nuestros. Sino porque creía que había un consenso entre ellos para evitar estos eventos, tal como supuestamente puede haber en Latam (je, habría que probarlo).
Lo extraño es la figura del Rey, si tiene tanto apoyo, porque no buscan una salida institucional. Muchos de los países europeos el Rey (otros el presidente, como Chirac) puede disolver el parlamento cuando le plazca, sin necesidad de tanques en la calle.
Lo anacrónico no es la inestabilidad institucional, sino la forma de ese cambio.

Ulschmidt dijo...

Eso es cierto! Fíjese la figura del Rey en España, todo lo que hizo para parar a los nostálgicos y afianzar la democracia. Y eso que en Thailandia los militares pretendieron validarse portando, precisamente, los colores de la monarquía.