jueves, septiembre 14

Por qué el pesimismo argentino


Hace poco rollo se permitio una visión optimista sobre el futuro del mundo, y porque no, de las economías capitalistas. Esta visión contrasta con esa característica bien Argentina del ser pesimista. Creemos que el estado es ineficiente, corrupto, y no tenemos confianza en él más allá de que apoyemos el gobernante de turno, que pasado su momento y cambiado de signo, retomaremos las mismas criticas. Somos negativos ante nuestro sector privado que no hace otra cosa que vender sus empresas. Nos molesta que de afuera nos vengan a decir cómo tenemos que hacer las cosas. Sea el FMI, las empresas extranjeras pero también las cortes internacionales, las ONG etc. tenemos cero confianza en nuestras instituciones y podría seguir y seguir.
No obstante, mirando las estadísticas del índice de desarrollo humano me sorprendo de encontrar a la Argentina en el puesto 34. Una posición nada desdeñable considerando que incluye a 177 países. Que la distancia con el primero es de tan sólo el 11,58%, y que si bien no hemos podido cerrar la brecha con el primero, no sería imposible ir escalando posiciones.
Varios indicadores son interesantes. Primero que compartimos con chile, Uruguay, costa rica y México la pertenencia al grupo de alto desarrollo. Ciertamente, en esto Chile nos viene pisando los talones. Lo negativo es que ya teníamos un índice alto en 1975 y que otros países hicieron el catch up más rápido. En ese sentido, se ve que la década del 80 fue desastrosa. La época de la dictadura es un poco problemática porque muestra un incremento importante del índice, lo que podría llevar a desprestigiarlo un poco. Para hablar claro, el índice considera solo tres variables: Expectativa de vida, niveles de educación y PBI per capita a PPP.
Siguiendo con nuestra evolución, el segundo lustro de los 80 fue el de peor crecimiento, y donde más nos distanciamos del resto. Los 90 muestran incrementos importantes si bien no espectaculares, donde tuvimos un diferencial de tasa de crecimiento en el primer lustro de 1,5% contra los desarrollados y 0,59% para un grupo más grande de países. En el segundo lustro apenas nos mantuvimos con el resto del mundo, perdiendo levemente posiciones con los países de alto desarrollo. Luego de la crisis nos mantuvimos si bien escalamos posiciones contra el promedio de los desarrollados.
Parece ser que las primeras partes son buenas. (Hay que admitir que Kirchner asumió en ese año pero los indicadores deberían mejorar). Habrá que ver con las segundas considerando que la del turco no descolló.
En cuanto a los otros países, nuestros competidores directos, es decir, Latinoamericanos, vienen con ritmos de crecimiento sustancialmente mayores, al menos Chile, Brasil, Uruguay y México. Chile y Brasil vieron incrementado su índice por arriba del 20% mientras que Argentina lo hizo solamente el 10%.
China e india crecen a tasas espectaculares pero partiendo de lugares muy bajos. Los dos vieron incrementados sus índices alrededor del 40%
Datos todos para tener en cuenta.

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