miércoles, septiembre 20

Se viene la Crisis ¿no?

Recientemente Tavos contestó un post del Aristó que debatía sobre si existe o no una crisis energética. Tavos, la comparación con Alfonsín es solamente contra esas catch words que tanto le gustan a nuestro ilustre ex presidente y que ahora todos usamos: planificar.
Creo que mi punto era claro, no hay una crisis energética. Si, si, ya se, y entonces de qué se habla todos los días. Bueno ese es el punto. Que mientras exista la posibilidad de importar los insumos entiendo que la capacidad instalada para transformarlos es más que suficiente, por lo menos así lo ve el indicador del INDEC, el sintético de la energía, que pareciera no contradecir esta afirmación.
Pero el problema en que esta metido el gobierno es cómo regular todo este mercado. Y la principal herramienta de regulación que tiene, el precio, ha decidido no utilizarla, prefiriendo congelarlo a los valores pre devaluación y a cambio, controlar el movimiento de físico.
Esto tiene dos complicaciones, primero la cantidad de normativa que tiene que emitir mes tras mes para regular importaciones, exportaciones, distribución de la producción entre distintos destinos. Creo que a este punto, ya ni ellos saben que efecto tienen sus propias normas.
El tema de las importaciones es el más crucial porque el gobierno importa a precio internacional y alguien se tiene que hacer cargo de la diferencia. La incertidumbre no está tanto en si alcanzarán las importaciones sino en el lobby para evitar que este mayor precio caiga en uno.
Otra cuestión que se discute mucho es si el aumento de las tarifas resuelve, así como por arte de magia, la escasez de energía. Yo lo interpreto como un problema de incentivos y el aprovechamiento de los agujeros legales que deja toda esta nueva normativa. Sino, miremos el caso de Enron con la crisis energética de California. Dos notas que encontré, acá y acá, que explica como la empresa elevó los precios de la energía arrinconando al mercado. Esto no es nuevo y cualquiera sabe que más allá de toda la pelea del gato y el ratón que juega el gobierno con las empresas, estas logran desviar el consumo a los segmentos con mejor precio, sino pregúntate porque nunca va a faltar gas envasado en garrafa, por ejemplo, uno de los segmentos más lucrativos.
No me cabe la menor duda que las empresas están, en la medida de lo posible, manipulando el mercado. La situación es exactamente igual a la existencia de los mercados negros y los diferenciales de precio entre este y el oficial. Todos los argentinos tienen experiencia de sobra y en los primeros meses de Remes se quería volver a implantar este esquema para el dólar.
El gobierno haría mucho mejor en negociar con las empresas un esquema que reduzca los puntos de control. Defina qué segmentos quiere subsidiar (hoy son la mayoría) y reduzca la diferencia del precio oficial y el precio de holgura (aguante la programación lineal!!). Algo de esto se discute actualmente. La lógica diría aumentar residencial, regular exportaciones pero fondeado con el gas boliviano a precio pleno, cosa que deje un excedente, reducir el diferencial de precio para la industria, reducir los diferenciales de precio del petróleo como insumo para la energía. Ahora, lo que de ninguna manera puede pasar es ofrecerle más incentivos impositivos a 15 años a la empresa para que aumente la producción. Es un sin sentido total.


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