miércoles, septiembre 13

La hipocresía es de todos

A raíz de un post de Tavos sobre cuál es el grado de hipocresía en Argentina, entiendo que con la neocon es muy poco lo que aprendimos

No cabe duda que los 90, internacionalmente estuvo de moda el cambio fijo. La fijación de Asia en relación a China y este en relación a USA. Europa maravillados de su invento nuevo, el Euro. Latinoamérica entera con los planes real, convertibilidad, peso mexicano, etc.
En cierto sentido la utilización de cambio fijo le resuelve mucho de los problemas al sector privado. El estado otorga un seguro de cambio amplio y todos creemos en él. Sino como se explica que después de las devaluaciones, el gobierno deba hacerse cargo de la distribución de la riqueza entre acreedores y deudores en moneda fuerte. La pesificación fue la continuación de la convertibilidad por otros medios, y la nueva tablita mejora la de Martinez de Hoz en que simplemente se comienza con un peso subvaluado. Primera pelea que se perdió en contra de los 90. Se pensaba que íbamos a perder el fear to float y estamos en la misma situación.
Si la problemática no es fijo o flotante (admitamos sucio), la cuestión de los 90 y de los 00 es sobrevaluado / subvaluado. Bien, pero en relación con qué y para quien. Como existe una puja dentro del sector privado acerca de cuál carajo debe ser el tipo de equilibrio, la dicotomía la termina resolviendo el estado, y de la peor manera, con política monetaria. Es la peor manera porque se resuelve con deuda. Lo ironico de la situación actual es que mientras en los 90 lo sostenías endeudándote porque no ingresaban dólares, hoy lo sostenes con igual mecanismo porque sobran dólares!!!!. Entre los economistas de toda las vertientes cada vez hay más consenso que la esterilización no podrá seguir al ritmo actual, acabada las cancelaciones de redescuentos y otros ajustes. La verdad que no conozco el balance de otros bancos centrales como el de Vietnam, Tailandia, etc. países si se quiere en situación parecida a la nuestra, pero estimo que, de querer esterilizar, tendremos que encontrar otros medios. Uno de ellos lo mencione en otro post, no obstante, habría que ver si es el más eficiente.
Tercera cuestión, Las intervenciones indirectas en el mercado de cambios. Este gobierno ha intentado determinar el tipo de cambio de equilibrio con variados métodos: Retenciones, controles a los capitales, prohibición de exportar, gestión de aranceles, prohibición de prestar en dólares etc. pero parece no ser suficiente, la presión bajista sigue fuerte, siempre con el temor de repetir lo que sucedió en Brasil, que es historia aparte. Nosotros reconvertimos nuestra deuda a pesos + Cer y por eso la importancia de controlar la inflación, ellos todavía la tienen dolarizada en gran parte. Es irónico que el gobierno mande una señal de largo plazo contradictoria, si bien se entiende el oportunismo. Preferimos emitir deuda en dólares porque es más barato. No es cierto, saben que no quieren o pueden fijar una pauta de inflación. En realidad, con el superávit fiscal existente esto no debería ser un problema. Es un tema que el gobierno no puede resolver, qué moneda de largo plazo quiere que prevaleza en los contratos. Ciertamente no es el dólar pero tampoco la indexación. Habría que ver cómo piensa reforzar al peso para que lo sea.
El resultado de todo esto es dos cosas. Primero que el sector privado incorpora a sus expectativas la gestión de la política inflacionaria por el dólar. Algo que le debería preocupar exclusivamente a una sola parte de la población (empresas que importan y exportan) termina formando las expectativas de toda la sociedad. El resultado es doble, el sector transable se olvida de generar mecanismos de cobertura para la variación del dólar. No crece el mercado de futuros y opciones de dólar, o los swap, etc. Y TODOS obtenemos nuestra pauta inflacionaria a través de la variación del dólar en vez de la tasa de interés. No cabe duda a esta altura que el gobierno se decidió por un crowling peg, la peor de las soluciones posibles.
En el modelo chileno (tan querido y denostado por muchos), la intervención en el libre flujo de capitales tenia justamente el objetivo opuesto. Poder independizar la política monetaria del dólar. Cómo? Ajustando la tasa de interés sin que ello produzca entradas o salidas importantes de divisa. El objetivo era afectar la paridad de las tasas, de manera de que las políticas micro, industriales, de sectores, financieras terminaran definiendo el tipo de cambio de equilibrio, preferentemente subvaluado, pero que la política monetaria a través de la tasa de interés y la expansión del crédito permitiese regular el crecimiento económico de los sectores no transables y la inflación.
Poco me importa que modelo se adopte, pero lo que es cierto es que la peor hipocresía, al igual que en los 90, es que la política de dólar alto nos es vendida porque la maldición de los 90 fue la apreciación del tipo de cambio, la perversión del mecanismo de transmisión tasas altas, ingreso de capitales, apreciación, seguro de cambio por el gobierno. La straitjacket (se dice así?) de la cual después no podíamos salir. Este gobierno tiene el riesgo de caer en lo mismo (no digo que estemos ahora), Terminar convirtiendo una política buena (mantener la competitividad internacional de la Argentina ) en una política mala. (utilizar el tipo de cambio para controlar las expectativas inflacionarias).

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